
La electricidad es uno de los desarrollos más importantes en la sociedad, dando cabida a la fabricación de muchos aparatos que facilitan la vida de las personas, así como las operaciones de las empresas. Sin embargo, resulta necesario que los suministros eléctricos que se adquieran cumplan con los estándares de calidad y seguridad, lo que garantiza que funcionen correctamente, evitando accidentes no deseados y, por ende, pérdidas materiales y/o humanas.
Underwriters Laboratories (UL) es una de las marcas más conocidas y sobresalientes en lo que respecta a la estandarización de calidad y seguridad del sector de cuadros eléctricos. Poder identificar un producto como UL, implica que la empresa en cuestión, está cumpliendo “al pie de la letra” con las normas y legislación que exigen los países de Norteamérica: Canadá y Estados Unidos en los aspectos antes mencionados; lo que le abre las fronteras del mercado internacional.
Caso similar ocurre con el laboratorio CSA (Cloud Security Alliance), donde ha habido un trabajo importante de la mano de la norma ISO/ IEC (International Electrotechnical Commission) para, igualmente, estandarizar los aspectos de seguridad de los aparatos que proveen energía. Ahora bien, es obligatorio, en Canadá, que este tipo de organizaciones auditen los productos que se comercializan en el país; no obstante, la certificación es voluntaria para cualquier etapa del proceso.

Por lo tanto, los clientes muestran una mayor inclinación, confianza, tranquilidad y seguridad, al momento de comprar materiales y equipos eléctricos que estén respaldados con las certificaciones UL y/o CSA. Esto hasta el punto de ser una referencia mundial para los países no desarrollados. Es decir, es el pasaporte para expandir una industria de suministros eléctricos de calidad integral.
¿Qué se hace para obtener la certificación UL/ CSA?
Básicamente, los productos, materiales, componentes y sistemas son sometidos a ensayos, donde se prueba el riesgo eléctrico, peligro mecánico y descarga de corriente, los cuales son los principales causantes de incendios. La UL-94, por ejemplo, engloba el estándar de inflamabilidad de los recubrimientos o adhesivos plásticos, quienes deben tener propiedades ignífugas o que retarden la llama.

Programar las auditorías por estos expertos en seguridad y calidad implica que la empresa ha de tener procedimientos de trabajos documentados y estandarizados, así como las fichas técnicas de cada producto o componente eléctrico a evaluar (CSA-C22.2 No. 14). Así mismo, la capacidad de hacer la trazabilidad a cualquier elemento elaborado de cable o bobina (ZKLU2, fila E342337).