Tres factores principales han influido sobremanera en el cambio de la Fórmula1 en los útlimos años: KERS, DRS y los neumáticos Pirelli. En los últimos años la competición de la Formula1 ha cambiado sobremanera. Más allá de la igualdad entre monoplazas (total este 2012, no tanta en 2011 por la superioridad de Red Bull), hay tres factores que han entrado en la F1 que han supuesto un vuelco en la forma de concebir las carreras, y lejos quedan ya aquellas de hace unos años.
El primer cambio fue el KERS, un sistema que otorga un extra de velocidad, energía que se obtiene en la frenada y que se utiliza en diferentes puntos del circuito para atacar o defender una posición. Su introducción fue la primera, pero no fue un éxito desde el principio. Suponía un alto coste y no marcaba tanta diferencia, y eso supuso que se descartase su uso. Sin embargo, volvió. Y esta vez parece que para quedarse.
Y se quedó porque la llegada del DRS supuso que ese extra sí se notase un poco más. El DRS es el alerón trasero móvil, que se abre y provoca una mayor velocidad a costa de perder carga aerodinámica. En los entrenamientos libres, en los que los pilotos de F1 pueden utilizarlo en cualquier parte, aprovechan las rectas para abrirlo y lo cierran justo antes de tomar una curva. Si tardan en cerrarlo o lo abren muy pronto en la entrada de la recta, no hay duda: el coche se vuelve incontrolable y el accidente es inevitable. Durante la carrera, hay sólo una zona en la que se puede utilizar, siempre que en un punto anterior a dicha zona se haya detectado que un piloto que persigue a otro esté a menos de 1 segundo. Entonces el perseguidor puede utilizarlo. Sin duda, una elemento clave para adelantar.
Por último, la gran clave del cambio: los neumáticos Pirelli. Cuando éstos llegaron a la F1, se les pidió hacer la competición más emocionante y no fabricar neumáticos que pudieran durar toda una carrera. Dicho y hecho. No hay más que ver las pelotas de goma que dejan los neumáticos en la pista, fuera de la trazada de los monoplazas, según se desarrolla un gran premio.
Tanto los compuestos más blandos como los más duros están hechos para evitar su duración y para provocar la necesidad de una buena estrategia de carrera y rápidas entradas en boxes. Ya hemos visto en varias ocasiones en los últimos años a pilotos que han perdido varias posiciones, tras una gran carrera, en las últimas vueltas, porque la estrategia no ha sido correcta o porque, simplemente, no han cuidado el elemento principal del coche: el que está en contacto con el asfalto.
Por supuesto, también hay críticas: que si los adelantamientos no son naturales, que si esto se ha convertido en una competición de cuidar gomas, que si ya no importa la habilidad del piloto, etc. No se les puede quitar la razón, pero también es verdad que el entretenimiento, diversión y emoción son mucho mayores ahora mismo. Lo que traiga el futuro, nadie lo sabe.
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