Introducción.
Dentro de la gama de terapias aplicadas a los trastornos de la comunicación encontramos una que tiene una fuerte base teórica y práctica, y que se utiliza en alteraciones del habla y en algunas disfunciones orofaciales. Esta es la Terapia Miofuncional.
Esta terapia se aplica en patologías como la dislalia, las fisuras labiopalatinas, las degluciones atípicas, las respiraciones bucales y otras alteraciones.
A continuación revisaremos brevemente el origen, la definición y la aplicación de la terapia miofuncional.
Orígenes.
La terapia miofuncional se basa en la teoría sobre el crecimiento de la cara propuesta por Enlow (1984), en la cual se destaca que los huesos faciales no crecen por sí solos, sino que el crecimiento es producido por la matriz de tejido blanco que recubre por completo cada hueso. Los factores genéticos y funcionales del crecimiento óseo se encuentran en los tejidos blandos tales como músculos y tejido conjuntivo.
Este conocimiento sumado al trabajo de los especialistas del habla y del lenguaje ha proporcionado un nuevo enfoque funcional para las alteraciones músculo esqueléticas.
Definición.
La terapia miofuncional consiste en la utilización del conocimiento sobre el crecimiento facial y su interacción con tejidos blandos como lengua, labios y musculatura orofacial para lograr un equilibrio músculo-esquelético que de funcionalidad adecuada al habla.
Aplicaciones.
La terapia miofuncional se aplica sobre los siguientes tipos de alteraciones:
- Alteraciones del habla de origen congénito o adquirido (Fisuras labio palatinas, traumatismos faciales, etc.)
- Alteraciones funcionales del habla (dislalias práxicas).
- Alteraciones de las funciones orofaciales (deglución atípica, respiración bucal, etc.)
Fases para la aplicación de la Terapia Miofuncional.
Evaluación: La evaluación inicial de un paciente contempla una observación clínica y una evaluación instrumental. En la evaluación clínica se exploran los órganos fonoarticulatorios y la musculatura orofacial a través de una evaluación estática y una dinámica. También se evalúan las funciones neurovegetativas de respiración, succión, deglución y masticación. Finalmente se evalúa la articulación del habla.
La evaluación instrumental puede contemplar radiografías, rinofibroscopía y la electromiografía según sea el caso.
Tratamiento: Los tratamientos deben realizarse lo antes posible y se empieza detectando los malos hábitos bucales y los trastornos asociados. Controlar los malos hábitos bucales es un requisito esencial para un buen resultado.
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