Hacia la avaricia no hay camino
NO SABEMOS LO QUE TENEMOS
Cuenta la leyenda que, en cierta ocasión, a un tendero se le presentó un “genio” disfrazado de humilde mendigo pidiéndole una limosna.
Soberbiamente éste le respondió: Otro más pidiendo, ya van seis y nadie viene a darme nada. ¡Yo también tengo mis necesidades…!
Y el “genio” tomando forma de “divinidad tutelar”… le dijo:
Pídeme lo que quieras y yo te lo concederé.
¿Me darías dinero?
Por supuesto, te daré 10 millones a cambio de tus piernas.
¿De que me serviría ese dinero si no voy a poder moverme libremente?.
¡Pues entonces te daré 20 millones a cambio de tus brazos!.
¡Imposible!, no podría alimentarme ni vestirme.
Entonces te hago una última oferta: ¡50 millones por tus ojos!.
El tendero horrorizado le respondió: ¡Basta ya!, ni por todo el dinero del mundo aceptaría dejar de ver el día que amanece, a mi familia, a mis amigos y todo el mundo que me rodea.
Ante tales negativas, el “genio” le respondió: “¿Ves que fortuna tienes y no la aprecias?.
Juan Fernández Pacheco – Enero 2.014
Especialista en Rehabilitación.
Profesor de Educación Física.
Master en Dirección y Administración de Empresas.
e-mail: juferpacheco@gmail.com