A veces dan ganas, lo sé…dan ganas de abandonar, de rendirse y cuando esto sucede aparece una vocecita interna que aprovecha la ocasión para decirte que no puedes, que no lo vas a conseguir.
Cuando presiento que vienen uno de esos días, lo que hago es conectar con mi corazón y declaro ese día: "Día de reposo". Sí! me he dado cuenta que hay días en los que nos comemos el mundo y, otros, en el que el mundo parece demasiado grande. Estos últimos son días para centrarme en mí, descansar y equilibrar mi energía. Repaso los resultados que voy obteniendo, los que me gustan los celebro simplemente tomando conciencia de ellos. Y los que no me gustan tanto, me dan la posibilidad de revisar, ajustar y mejorar mis acciones para hacerlo mejor y conseguir los resultados que quiero en mi vida. Los días de reposo son geniales! no creas que no estás haciendo nada, haces y mucho: Te dedicas a lo más importante, a ti misma, a tu equilibrio y claridad interior. Esos días tienes en cuenta lo que quieres y al mismo tiempo te desapegas de los resultados porque entiendes que la mejor actitud es la de sentirte plena y en paz interior, este es el estado interno que hará que sigas hacia adelante y que te levantes cuando te caigas.
- De modo que mi mensaje de hoy es que no tires la toalla, si precisas ayuda, búscala. No te des por vencida. Persiste, tómate un día para entrar en tu interior, toma impulso y continúa.
Te propongo tres acciones para los días de reposo:
1- Conecta con tu intención. Esto es algo que yo hago en mis días de equilibrio y de reposo. La intención es una fuerza poderosa que mantiene conectados a tu ser interior con tus objetivos, todo el tiempo. Conectar con tu intención te aporta confianza y fe. La fuerza de la intención es la certeza de que antes o después lo lograrás y eso, te aseguro, te aporta mucha paz interior.
Sabes que adoro los ejercicios simples, esos que te sacan de un apuro y te ayudan a volver a tu centro.
¿La hacemos juntas?
Imagina que existe un hilo color dorado que une tu corazón a una estrella en el cielo. ¿Lo imaginas?
Puedes cerrar los ojos si quieres, el ejercicio dura el tiempo que tu decidas.
Cada vez que inspiras, observas que ese hilo se va iluminando desde la estrella hacia tu corazón, llega a tu corazón y este se ilumina.
Cuando exhalas imaginas otra vez la luz iluminando, pero en esta ocasión desde tu corazón hasta la estrella.
Hazlo una y otra vez hasta que sientas calma y paz en tu interior. La estrella son tus deseos, tus metas.
Tu corazón es tu esencia y el hilo simboliza tu intención poderosa que los une.
2- Sintoniza tu frecuencia a la de tus sueños haciendo cosas que te hagan sentir, lentamente, con más energía: Da un paseo, llama a un amigo, haz ejercicios de relajación, lee libros interesantes, mira vídeos de motivación... (puedo recomendarte muchos si quieres)
3- Plasma en un papel los pasos que sientes que tienes que dar para acercarte a tus deseos. Esto te ayudará a mantenerte enfocada en tu propósito. Con estos tres pasos ya estarás lista para continuar tu camino al día siguiente.
Deseo que aporte luz a tu vida!
Un abrazo inmenso...
Natalia Ignaccolo
Terapeuta transpersonal
www.nataliaignaccolo.com
Natalia Ignaccolo es Lic. en Psicopedagogía. Experta en Desarrollo Personal. Terapeuta emocional y Transpersonal. Mentora de mujeres emprendedoras. Es fundadora y directora del proyecto Emprendedoras en Plenitud y cocreadora de Confía en tu poder. Creadora de productos 2.0 de crecimiento personal. Desde hace varios años acompaña a muchas mujeres en un camino de transformación interior que les ayuda a liberarse de las creencias limitantes y vivir en plenitud la vida que desean.