Esta villa frente al mar en Palm Beach, Sydney, Australia, fue recientemente transformada de un espacio ochentero en un acogedor refugio familiar. Alexander & Co Arquitectos se orientó para mejorar la circulación en el interior del edificio. La vivienda presentaba desafíos, debido a la falta de conexión física. La idea central era neutralizar el exterior de una manera que encajara con el paisaje para no desmerecer la belleza del contexto circundante.
Los ligeros y ventilados interiores rinden homenaje al diseño costero, a la vez que son contemporáneos. Los acabados en madera y las pinturas de artes gráficas te hacen sentir bien recibido cuando entras en esta casa de playa. Las ventanas que van del suelo al techo inundan las habitaciones con luz natural. El jardín fue refinado y diseñado con la proporción en mente para lograr una sensación de privacidad y maximizar el uso de las comodidades para el cliente. La apertura a gran escala exploró la oportunidad de vivir y cenar en el exterior. El nuevo espacio ajardinado ofrece la muy necesaria conexión interior/exterior que faltaba en el antiguo bungalow.
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