Es una de esas casas que podemos encontrar en cualquier parte del mundo pero que no podría existir sin su entorno. Ya que la naturaleza y vivienda son la misma cosa. Y ninguna puede darse si la otra. La casa-jardín que se muestra aquí es con un largo balcón donde todo el espacio interior puede observarse y el cual tiene como vista las grandes parcelas. Este proyecto es de Ramón Esteve el cual nombro el proyecto como “La Pinada” debido al área de pinos de arbolado en el jardín. Un exterior que sobresale al desnivel topográfico del terreno, el cual cuenta con un aproximado de 570 metros cuadrados. Gracias a su desnivel la casa también resalta por situarse en forma de plataforma. Toda esta situación genera un contraste que caracteriza la casa.
El proyecto de Ramón se basa en dicho juego: la naturaleza aporta la versatilidad de los pinos, mientras que por otro lado la arquitectura se extiende sobre un paisaje horizontal, como un gran mirador sobre el entorno. El diseño de la vivienda tiene un terminado de estilo de arquitectura norteamericana de los 50´s y 60´s del siglo pasado. La fachada es formada por grandes ventanales que conforman secuencias continuas horizontales las cuales permiten una gran fusión de luz en su interior.
Agradecemos a: diariodesign.com